Muy pronto, Odinsa y el gobierno departamental del Quindío convocarán a un foro, donde irán concejales de los municipios de Armenia, Calarcá, La Tebaida y Caicedonia; diputados del Quindío y representantes de los gremios. Allí se presentarán las dos alternativas y se evaluará la posibilidad de integrarlas.
La idea es no oponerse, ni rancharse tercamente con una posición, sino dialogar, aceptar razones, mirar el horizonte.
Hasta hace unas semanas lo que había era una discordia, una separación total de opiniones sobre el trazado de esta importante vía nacional que conecta La Línea con el eje vial del puerto de Buenaventura.
Odinsa había presentado el proyecto para que la doble fuera por la zona oriental, cerca al río Santo Domingo, llegando a Barcelona y de allí tomar el valle de Maravélez para conectar con El Alambrado, con tres conexiones importantes: al municipio de Caicedonia, al aeropuerto El Edén y la zona franca.
El gobierno del Quindío le había pedido al presidente Santos que hiciera un segundo trazado por la vía actual, que atraviesa el casco urbano de Calarcá, va por La Bella hasta La Ye, recorre el corregimiento El Caimo, pasa por el Campestre, el aeropuerto y la Zona Franca, para empalmar con El Alambrado.
Hay varias cosas que decir. Primero, que Odinsa es el concesionario de la vía actual, hasta el año 2028. Además, tiene la plata para construir la nueva carretera, cualquiera sea el trazado. Y también el aval del gobierno. Además de la influencia para que el peaje de La Línea que financia esa vía, se quede del lado del Quindío, poniéndole la plata para la doble calzada Calarcá-La Paila. El país, definitivamente entró en el tema de las concesiones de las carreteras a privados, y de eso no puede ser ajena la región.
La idea es no oponerse al desarrollo, ni rancharse tercamente con una posición, sino dialogar, aceptar razones, mirar el horizonte, y viabilizar la región en aras del mejoramiento económico y social.