“¡Mijo, igual al doctor Agudelo no hay!
Mi madre, la suya, la de muchos sevillanos que por múltiples razones, todas de salud, que fueron víctimas de las bondades medicas del doctor Agudelo, hoy tienen recogida el alma.
Ayer, comenzó el fin de un ciclo de vida excesivamente útil, para varias generaciones de sevillanos, que tuvimos la fortuna alguna vez de pasar por las manos del más humano de los médicos de la comarca.
Más allá del conocimiento científico, la grandeza del Doctor Agudelo se soportaba en su consistencia humana.
Donde quiera que se encuentre ahora, me atrevo a confesarle, que no se, cuál de los dos, se sentiría más orgulloso de usted, si Hipócrates, del Médico o su Familia del maravilloso PADRE que tendrán para siempre.
Galenos de su talla, solo se encuentran hoy por hoy, en la Teoría, en la definición del oficio.
Los hombres buenos como usted, son eternos. Permanecen por siempre en la memoria de todos los que por alguna razón, tuvimos el privilegio de saber de su existencia médica”.
Héctor Fabio Valencia Aguirre
El doctor Néstor Agudelo Zuleta, nació en Armenia-Quindío un 1º de junio de 1933 en el hogar conformado por Elías Agudelo y Teresa Zuleta, se graduó de bachiller en el colegio San José de los Hermanos Maristas de Armenia. Después viajó a realizar sus estudios de medicina a la ciudad de Guayaquil-Ecuador en donde se graduó de médico cirujano de la Universidad Estatal de Guayaquil, en ese país conoció a la que sería su esposa, la señora Nelly Susana Constante, allí nacieron sus primeros 3 hijos ( Mónica, Javier y María Teresa), después de graduarse regresó al país, inicialmente a la ciudad de Armenia en octubre 14 de 1963 en donde vivió con su familia hasta que en diciembre 15 del mismo año ( 1963) llegó a Sevilla a donde fueron llegando sus otros hijos ( María del Rocío, Kira, María del Pilar y Jorge Andrés)
En el año de 1963, comenzó su año rural en Sevilla, visitando semanalmente veredas como San Antonio, Chorreras y La Cuchilla para luego trabajar directamente con el Hospital San José hasta diciembre de 1991
Ejerció como médico del Ejército con el Batallón Voltigeros, asentado en Sevilla para esas fechas; con el que visitaba una vez al mes zonas en conflicto a nivel nacional, realizando jornadas médicas para el Ejercito y la población civil, hasta que éste fue trasladado hacia la ciudad de Montería.
Trabajó como médico de la Policía Nacional durante 19 años.
Trabajó con Obras públicas de Calarcá durante muchos años.
Ha sido socio fundador las cooperativas médicas COOMEVA y PROMEDICO
Desde el año 1966 tuvo su consultorio en la Calle Real, en el Centro Médico, por donde paso la mayoría de las familias sevillanas que hasta el último día fueron sus pacientes.
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